Revise bien la publicación del artículo antes de realizar el pago y consulte al vendedor sobre el funcionamiento, accesorios, estado actual y tiempo de uso del o los productos en cuestión.
Desconfíe de precios demasiados bajos. Si es muy barato, no crea que pueda ser un buen negocio.
Como podremos ver en el siguiente ejemplo de esta página de ventas, vamos a encontrar varios indicios que nos hablan de un posible estafador esperando que caigan los desprevenidos:
•Lo primero y más llamativo es el precio, en este caso, prácticamente a la mitad.
•En estas publicaciones sospechosas se cuantifican muy pocas unidades vendidas o ninguna. Las que hay corresponden a los que han caído en la trampa.
•No dispone de envíos a través de correo, ya que el estafador necesita hacer tiempo hasta que el dinero se acredite en su cuenta.
•La ubicación corresponde a un lugar lejano, por el mismo motivo.
•El historial en el sitio de esta persona es mínimo o nulo. Si tiene pocas ventas realizadas, podemos calcular que se ha comprado así mismo para generar un mínimo número de movimientos. En el caso opuesto el vendedor genuino, en este caso, tiene un historial de más de 13.000 ventas, seguramente es muy confiable y se le pueda comprar el producto sin problemas.
•Las barras de colores en color gris demuestran que el vendedor de la izquierda no tiene un historial clasificable. El de la derecha está en color verde, demostrando ser confiable y que en caso de reclamos, muy probablemente uno pueda obtener una solución más segura.
•Otro detalle a tener en cuenta es que, en el artículo sospechoso, cuando uno le hace consultas sobre si dispone de stock o respecto al método de envío, el dueño de la cuenta sólo responde dejando su teléfono o su dirección de e-mail, lo cual está prohibido en el sitio, para que se contacte por fuera, lo cual se vuelve aún más peligroso.
•Cabe aclarar que aunque esa página web indique que su dinero está protegido ante compras fraudulentas, la realidad es que tienen ciertos requisitos excluyentes para que el dinero se le reintegre, por lo tanto, es mejor que descarte bien cualquier duda que le quede. No hay mejor remedio que hacer las cosas conscientemente.
Utilice medios de pagos donde haya intermediarios en caso de que haya problemas, como tarjetas de crédito. No confíe en quien sólo reciba pagos a través de transferencias, depósitos, MercadoPago o servicios de pagos anónimos como Western Union. Y mucho menos si no tienen un historial por el cual juzgarlos.
Al abonar a través de este medio nos aseguramos que haya un intermediario seguro, por si se trata de una estafa. Recuerde que, ley mediante, usted dispone de 30 días corridos después de haber recibido el resumen de su tarjeta de crédito para desconocer alguna de las transacciones realizadas. Consulte lo antes posible con el emisor de su plástico.
En caso de poder, es mejor hacer la transacción en un lugar público, luego de probar el artículo en cuestión. Si no es posible, procure comprar a negocios con excelente trayectoria comprobable.
Hay vendedores que, utilizando varios argumentos, nos intentan convencer de que los califiquemos antes de, incluso, recibir el producto. Lo más seguro es no calificar la compra hasta que no haya recibido el producto y tomarse el tiempo necesario para comprobar su perfecto estado de funcionamiento, sin dejar que lo apuren bajo ningún motivo.
No se confíe en publicaciones de productos traídos del exterior de manera ilegal. Ya que al no estar en regla, en caso de una falla, nadie se hará cargo del mismo, generando una pérdida de dinero para usted, por no contar con la garantía correspondiente.
Este consejo no sólo le sirve en cuanto a productos informáticos, sino a todo tipo de compras. Aunque sea molesto y aparatoso, lo mejor será que conserve las cajas y manuales de los componentes que compra, ya que en caso de necesitar hacer uso de la garantía, es un requisito indispensable contar con estos elementos. Al menos hasta que se cumpla el período de cobertura.